Sueño que caigo al abismo,
que quiero y no me puedo levantar,
sueño que caigo al infinito,
que quiero y no lo puedo remediar.
Sueño que ya no me invade el miedo,
que dejo de llorar en un rincón,
sueño que gano en cada tiempo,
que a todo puedo con mis zapatos de tacón.
Salgo a la calle de la vida
con mi máscara en la cara,
con lo gritos encerrados
y los ojos maquillados.
Con los labios apretados
me pinto una sonrisa,
con un pintalabios
del color de la mentira.
Entonces despido el ahogo de mis lágrimas,
y prometo entre nota y nota una nueva canción.
Los rayos de un nuevo amanecer
acallarán los días de temor.
Otra noche, una más,
Pensando ésta vez qué he hecho mal,
Con el terror en mis ojos, una noche más
Preguntándome cuántas más podré soportar.
Escucho tu voz en la oscuridad,
Golpeas mi cuerpo e el viejo cristal.
Escucho tu voz, no puedo ver más,
Mi sangre en tu cara haces salpicar.
Otro desmayo, otro amargo despertar,
Y de nuevo me asaltan las preguntas,
¿Por qué, con lo que te he llegado a amar...?
Quizás hoy deba levantar mi vuelo,
Quizás hoy deba irme muy lejos
Como el pájaro que abandona su nido.
Tal vez mi caminar no tenga un regreso.
Quizás hoy tenga el valor de irme de tu lado
Y la dignidad gane al corazón.
Tal vez hoy tenga la fuerza de decir… Adiós.
